martes, 9 de marzo de 2010

Nieta de Éaco

Una vez más, la edad de esta miseria caduca,
un verano más habrá fallecido de hipotermia,
otras largas estaciones se instalarán en mis hombros,
a mi vera, el sol no me atestará de perfidas puestas.
Un flemático amanecer me vendrá a acostar cada mañana,
a ungirme ambrosía frente a la hoguera del desván
y, por fin, un Aquiles estará a favor de su talón y Paris.

Ante todo, un bandido y fóraneo futuro me contó
que no todo estaba tan fríamente calculado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario