sábado, 20 de febrero de 2010

Son inaudito

Qué presencia más precaria de fulgor aquella que me embalsamó con su saliva y cuya lengua se enredó una vez más en mis oídos, aquella más precaria aún de palabra, aquella que me viste de asombros y me llena de recelos un mes más, aquella que, del este al oeste, mis atisbos no quiso escuchar.
Me sirve de nada su vista, me sirve de poco su mirada, nada más.
Nada más, jugar también a escondernos del silencio no pasa de moda.
Más adelante están, además, los que al silencio cortaron las cuerdas vocales y yo, acá, sorda de tanto farfullo que este silencio provoca a mi alrededor.

miércoles, 17 de febrero de 2010

1:11 a.m.

Desde un quinto rincón, practica su tiro al blanco sobre pupilas gastadas de ver sin mirar. Acaricia sus dígitos cada sesenta sin importarle alguno que se retrace. Solo avanza, sólo.

Se acerca, me distrae, me seduce, me toma de las manos con sus disparejas manecillas, me balancea y ejercemos el vals de las horas perdidas. Se esfuman los recuerdos. Nada que reclamar, nada que añorar, nada que reprochar, todo se detiene.

La cabeza me da vueltas, no sé dónde estoy.

lunes, 15 de febrero de 2010

Pronóstico de ayer

Seis días se apresuran menos por ser semana,
una semana se apresura más por disiparse.
Algunas semanas me olvidé de olvidar,
algunas quincenas me olvidé un poco más
y, algunos meses atrás, olvidé cómo hacerle.
Pronosticando, hoy, mañana, hasta siempre, ayer.